El cuento de "El Ratón Pérez"; apareció en 1911 con el sello de la Administración de Razón y Fe, estas imágenes reviven a aquél personaje cercano en la niñez convertido en tradición perdurable. El mítico Ratón Pérez logra compensar la caída de los dientes de leche e introduce una suerte de fascinación expectante sobre el destino de aquellas piezas ahora cambiadas por ansiados regalos.
El cuento fue escrito por un sacerdote jesuita, el Padre Luis Coloma, hacia el año de 1894, a quien le fue encargado desde Palacio escribir un cuento para el rey Bubi -como la Reina Doña María Cristina llamaba a su hijo, el futuro Alfonso XIII- que por entonces tenía 8 años y se le había caído un diente. Cuenta la historia que el ratón vivía con su familia dentro de una gran caja de galletas, en el almacén de la entonces famosa confitería Prast, en el número ocho de la calle del Arenal, en el corazón de Madrid, apenas a cien metros del Palacio Real. El pequeño roedor se escapaba frecuentemente de su domicilio y, a través de las cañerías de la ciudad, llegaba a las habitaciones del pequeño rey Bubi I (Alfonso XIII) y las de otros niños más pobres que habían perdido algún diente, despistando a los gatos, que siempre estaban al acecho. El relato es un canto a la sencilla y sublime idea de la fraternidad humana que de la mano de un ratón muy pequeño, con sombrero de paja, lentes de oro, zapatos de lienzo y una cartera roja, colocada a la espalda, reza su inicio así: “Sembrad en los niños la idea, aunque no la entiendan; los años se encargarán de descifrarla en su entendimiento y hacerla florecer en su corazón.”
En el 2003 el Ayuntamiento de Madrid rindió un homenaje a este personaje de leyenda instalando una placa conmemorativa en el mismo lugar donde el padre Coloma situó la vivienda del roedor. Curiosamente el cuento es prácticamente desconocido en España donde no se publica desde 1947, aunque se reedita cada año en países tan lejanos como Japón. La historia ha sido traducida al francés y al inglés, idioma en el que se han hecho varias adaptaciones.
En los países hispanohablantes se le reconoce como "Ratoncito Pérez", con la excepción de México, Chile y Uruguay en donde se le dice "el Ratón de los Dientes" y en Argentina, Colombia y Venezuela simplemente "El Ratón Pérez". En Francia se le llama “la petite souris”, en Italia se le conoce como "Topolino" y en los países anglosajones este papel lo encarna el "Hada de los dientes" (Tooth Fairy).
El cuento avanza en una historia que vale la pena leer completa; se las recomiendo. Hacia el final del relato nos recuerda:
"El miedo es natural en el prudente Y el saber vencerlo es ser valiente”
El cuento fue escrito por un sacerdote jesuita, el Padre Luis Coloma, hacia el año de 1894, a quien le fue encargado desde Palacio escribir un cuento para el rey Bubi -como la Reina Doña María Cristina llamaba a su hijo, el futuro Alfonso XIII- que por entonces tenía 8 años y se le había caído un diente. Cuenta la historia que el ratón vivía con su familia dentro de una gran caja de galletas, en el almacén de la entonces famosa confitería Prast, en el número ocho de la calle del Arenal, en el corazón de Madrid, apenas a cien metros del Palacio Real. El pequeño roedor se escapaba frecuentemente de su domicilio y, a través de las cañerías de la ciudad, llegaba a las habitaciones del pequeño rey Bubi I (Alfonso XIII) y las de otros niños más pobres que habían perdido algún diente, despistando a los gatos, que siempre estaban al acecho. El relato es un canto a la sencilla y sublime idea de la fraternidad humana que de la mano de un ratón muy pequeño, con sombrero de paja, lentes de oro, zapatos de lienzo y una cartera roja, colocada a la espalda, reza su inicio así: “Sembrad en los niños la idea, aunque no la entiendan; los años se encargarán de descifrarla en su entendimiento y hacerla florecer en su corazón.”
En el 2003 el Ayuntamiento de Madrid rindió un homenaje a este personaje de leyenda instalando una placa conmemorativa en el mismo lugar donde el padre Coloma situó la vivienda del roedor. Curiosamente el cuento es prácticamente desconocido en España donde no se publica desde 1947, aunque se reedita cada año en países tan lejanos como Japón. La historia ha sido traducida al francés y al inglés, idioma en el que se han hecho varias adaptaciones.
En los países hispanohablantes se le reconoce como "Ratoncito Pérez", con la excepción de México, Chile y Uruguay en donde se le dice "el Ratón de los Dientes" y en Argentina, Colombia y Venezuela simplemente "El Ratón Pérez". En Francia se le llama “la petite souris”, en Italia se le conoce como "Topolino" y en los países anglosajones este papel lo encarna el "Hada de los dientes" (Tooth Fairy).
El cuento avanza en una historia que vale la pena leer completa; se las recomiendo. Hacia el final del relato nos recuerda:
"El miedo es natural en el prudente Y el saber vencerlo es ser valiente”
No hay comentarios:
Publicar un comentario