sábado, 26 de marzo de 2011

Superstición del gato negro!!!!


Entre las supersticiones, el temor a un gato negro que se cruce en nuestro camino es de origen más bien reciente. Asimismo, se opone por completo al lugar preferente ocupado por el gato, cuando fue domesticado por primera vez en Egipto, unos 5.000 años. Todos los gatos, incluidos los negros, eran tenidos en muy alta estima por los antiguos egipcios, y la ley les protegía contra los malos tratos y la muerte.

Tal era la idolatría que inspiraba el gato, que la muerte de uno de estos animales hacia que toda la familia que le había albergado le guardara luto, y tanto ricos como pobres embalsamaban los cadáveres de sus gatos con el mayor lujo, envolviéndolos con un fino lienzo y colocándolos en sarcófagos de materiales valiosos, como el bronce e incluso la madera, todo un lujo en un Egipto tan pobre en árboles.

Los arqueólogos han exhumado cementerios enteros de gatos momificados en los que abundaban los negros. Impresionados por la supervivencia del gato, animal capaz de soportar numerosas caídas desde gran altura y salir ileso de ellas, los egipcios originaron la creencia de que el gato tiene siete vidas, e incluso nueve según otros.

La popularidad del gato se extendió rápidamente a través de las civilizaciones. Textos en sánscrito que cuentan más de dos mil años de antigüedad hablan del papel de los gatos en la sociedad india. En China, hace unos 2.,500 años, Confucio tenía un gato como animal de compañía predilecto.

Alrededor del año 600 de nuestra era, el profeta Mahoma predicaba con un gato en sus brazos y, más o menos en la misma época, los japoneses empezaron a mantener gatos en sus pagodas para proteger los manuscritos sagrados.

En aquellos siglos, el hecho de que un gato se cruzara en el camino de una persona era signo de buena suerte. El temor a los gatos, especialmente a los negros, surgió en Europa durante la Edad Media, particularmente en Inglaterra.

La característica independencia del gato, junto con su testarudez y su afición al robo, unida al repentino aumento de su población en las grandes ciudades, contribuyeron a su caída en desgracia. Los gatos callejeros eran alimentados a menudo por ancianas pobres y solitarias, y cuando se propagó en Europa una oleada de histeria, en la que muchas de esas mujeres carentes de hogar fueron acusadas de practicar la magia negra, los gatos que les hacían compañía —especialmente los negros— fueron considerados culpables de brujería por asociación de ideas.

En Francia, millares de gatos eran quemados mensualmente hasta que, en la década de 1630, el rey Luis XIII puso fin a esta vergonzosa práctica. Dado el largo tiempo —varios siglos— durante el cual los gatos negros fueron sacrificados en toda Europa, es sorprendente que el gen del color negro no se extinguiera en esa especie..., a no ser que el gato realmente tenga siete vidas.

sábado, 19 de marzo de 2011

Tocar madera!!!



Surgieron independientemente entre los indios norteamericanos hace unos 4.000 años, y más tarde entre los griegos. Ambas culturas, al observar que el roble era alcanzado frecuentemente por el rayo, supusieron que era la morada del dios de los cielos —según los indios— y del dios del rayo —según los antiguos griegos.

En Europa, durante la Edad Media, los cristianos aseguraban que la superstición de tocar madera se originó en el siglo I, y procedía de que Cristo fue crucificado en una cruz de madera. Tocar madera en señal de esperanza era un sinónimo de la plegaria de súplica, y equivalía a decir: «Señor, haz que mi deseo se haga realidad.»

Los holandeses se adhirieron a la superstición de tocar madera, mas para ellos el tipo de madera carecía de relevancia; lo que si importaba era que la madera estuviera sin barnizar, sin pintar y sin tallar, y que careciera de cualquier adorno.

sábado, 12 de marzo de 2011

SUPERSTICIÓN DE LA ESCALERA!

Por un lado es una medida de PREVENSIÓN, porque por lo general cuando hay una escalera hay alguien trabajando y se le puede caer alguna herramienta.
Por el otro lado, una escalera apoyada en la pared forma un triángulo, figura considerada como la expresión de una trinidad de dioses por muchas culturas.
De hecho, pasar una persona corriente a través de una entrada triangular equivalía a desafiar un espacio santificado.
Siglos más tarde, seguidores de Jesucristo se adhirieron a la superstición de la escalera, interpretándola a la luz de la muerte de Cristo. Puesto que se había apoyado una escalera en el crucifijo, ese útil se convirtió en símbolo de maldad, traición y muerte. Pasar por debajo de una escalera llamaba al infortunio.
En el siglo xvii, en inglaterra y en francia, a los criminales camino del patíbulo se les obligaba a caminar bajo una escalera, mientras el verdugo, conocido como el novio de la escalera, caminaba a su vez alrededor de ella.