lunes, 19 de octubre de 2009

Superstición de la sal...


La sal es la única roca mineral comestible por el humano y es posiblemente el condimento más antiguo empleado por el hombre, su importancia para la vida es tal que ha marcado el desarrollo de la historia en diversas fases, moviendo las economías, siendo objeto de impuestos, monopolios, guerras, etc. Pudiendo llegar a ser un tipo de moneda.

En la antiguedad los pagos se hacian con sal, de ahí la palabra salario, y estos pagos tenían un problema. Se hacían de mano a mano, y era muy común que durante el pago se perdiera un poco de sal en el manoseo de la sal.
Por lo que los que pagaban el salario optaron por poner la sal en la mesa y de ahi el que cobraba la levantaba, así el que pagaba se sacaba la responsabilidad por si se perdia algo de sal en el camino.

¿Por qué les decimos "hinchas" a los fánticos del deporte?


Hinchada es un término utilizado para referirse al grupo organizado compuesto por aficionados (hinchas) de un determinado deporte, simpatizantes o parciales a un equipo o cuadro, jugador o deportista, o selección de un país determinado. Su actuación se caracteriza por el uso de cánticos de aliento y, en algunos casos, el apoyo de bailarines y coreografías.

El origen de la palabra hincha surgió en Montevideo, Uruguay, en los albores del siglo XX. Prudencio Miguel Reyes, talabartero de profesión, había sido contratado por el Club Nacional de Football para encargarse de las labores que hoy en día son cumplidas por los utilleros. Se ocupaba entre otras cosas, de inflar con aire (hinchar) las pelotas de juego (también llamadas balón o esférico) antes de cada partido (por aquellas épocas aún no existían máquinas para hacerlo).

Reyes, además, se había vuelto un entusiasta seguidor de los "bolsos" y alentaba a su equipo con estentóreas arengas y gritos que sobresalían por encima de los de los demás fanáticos.

Los comentarios de la gente no se hicieron esperar: “¡Mirá cómo grita el hincha!”, decían refiriéndose al utilero, por su tarea de “hinchar” los balones de juego. Y así fue como poco a poco el término se fue aplicando a todo aquél que durante los encuentros alentaba fogosamente a sus favoritos, cruzó rápidamente el Río de la Plata y llegó a Argentina para luego extenderse al resto del mundo llamando hinchadas a las barras.

Historia del día de la madre...


Las primeras celebraciones del Día de la Madre se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades.

Igualmente los romanos llamaron a esta celebración La Hilaria cuando la adquirieron de los griegos y se celebraba el 15 de marzo en el templo de Cibeles y durante tres días se hacían ofrecimientos.

Los primeros cristianos transformaron estas celebraciones en honor a la Virgen María, la madre de Jesús. En el santoral católico el 8 de diciembre se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción, fecha que se mantiene en la celebración del Día de la Madre en algunos países como Panamá.

En Inglaterra hacia el siglo XVII, tenía lugar un acontecimiento similar, también a la Virgen, que se denominaba Domingo de las Madres. Los niños concurrían a misa y regresaban a sus hogares con regalos para sus progenitoras.

En Estados Unidos, en cambio, la celebración tiene sus orígenes hacia 1870, cuando Julia Ward Howe, autora del Himno de batalla de la República, sugirió que esa fecha fuera dedicada a honrar la paz, y comenzó celebrando cada año encuentros en la ciudad de Boston, Massachusetts en celebración del Día de la Madre.

La estadounidense Ana Jarvis de Philadelphia, luego de la muerte de su madre en 1905, decide escribir, a maestros, religiosos, políticos, abogados y otras personalidades, para que la apoyen en su proyecto de celebrar el "Día de la Madre" en el aniversario de la muerte de su madre, el 2do domingo de mayo. Tuvo muchas respuestas y para 1910 ya se celebraba en muchos estados de la Unión. Viendo la joven Jarvis, la gran acogida a su iniciativa, logró que el Congreso de los Estados Unidos presentara un proyecto de ley a favor de la celebración del Día de la Madre.

Finalmente, en 1914, el Congreso de Estados Unidos aprobó la fecha como el Día de la Madre y la declaró fiesta nacional, lo cual fue apoyado por el Presidente Woodrow Wilson. Más tarde otros países se adhirieron a esta iniciativa y pronto Ana pudo ver que más de 40 países del mundo celebraban el Día de la madre en fechas similares.

Sin embargo, la festividad impulsada por Ana Jarvis comenzó a mercantilizarse, de manera tal que se desvirtuaba el origen sentimental de la celebración. Esto motivó a que Ana presentara una demanda, en 1923, para que se eliminara la fecha del calendario de festividades oficiales.

Su reclamo, de gran alcance, provocó que fuera arrestada por disturbios durante una reunión de madres de soldados en lucha, que vendían claveles blancos, el símbolo que Jarvis había impulsado para identificar la fecha. Ana luchó con insistencia contra la idea que ella misma había impulsado, perdiendo todo el apoyo de aquellos que la acompañaron inicialmente.

Significado de los apellidos hispánicos


El apellido es el nombre antroponímico de la familia con que se distingue a las personas.

Apellidos patronímicos

Los apellidos patronímicos están muy difundidos y son aquéllos que han sido originados por un nombre propio. En la antigua Corona de Castilla y en países que fueron sus colonias, se utiliza principalmente la desinencia "-ez". Por ejemplo, del nombre de pila Lope deriva López. En países de habla portuguesa se emplea una terminación con el mismo origen: "-es". Se trata de una desinencia de origen gótico que originalmente se habría transcrito "-ath". Así, Fernández en su forma más primitiva habría sido Fritunanthath, siendo Fritunanth el origen gótico del nombre Fernando.

Apellidos toponímicos

Estos apellidos son los más difundidos en el mundo hispano[cita requerida]. Derivan del nombre del lugar donde vivía, procedía o poseía tierras la persona o familia asociados al apellido. Muchos se encuentran precedidos de la preposición "de", "del", "de la" o simplemente son gentilicios.

Los apellidos toponímicos son muy numerosos en español y forman casi el 80% de los apellidos navarros y vascos, en particular aquéllos que siguen a un sobrenombre (por ejemplo, ‘Otxoa de Zabalegi’, o sea, ‘Otxoa (nombre propio medieval 'el lobo' de Zabalegi’).


Apellidos de oficios o profesiones

Son aquéllos que derivan del oficio o profesión que ejercía la persona o familia asociada al apellido.


Apellidos de apodos o de descripciones

Son aquéllos que derivan de una descripción o algún apodo de la persona o familia asociada al apellido.


La influencia de la Inquisición

Algunos apellidos compuestos como San Basilio, San Juan, San Martín, Santamaría, Santana, Santángelo, Santiago o en general aquellos que comienzan con San, Santa o Santo nacieron entre otros casos, en épocas de la Santa Inquisición española, cuando los sefardíes, moriscos, gitanos y otras etnias tuvieron que huir y cambiar de apellidos usando estos compuestos.

Apellidos castellanizados


Los apellidos castellanizados son aquéllos que no tienen un origen hispano, pero que con la influencia del castellano fueron transformándose con una grafía o gramaticalmente a lo más parecido en la fonética española; lo más común es debido a la presencia de algún individuo de un linaje extranjero radicado en España o sus antiguas colonias. También son castellanizados algunos apellidos de procedencia indígena, siendo común que algunos apellidos fueran adaptados a otros ya existentes debido a que tienen una fonética similar.

¿Por qué el mate se llama así?


Al llegar los conquistadores a estas tierras, notaron que los nativos practicaban el ritual de juntarse a beber una infusión a los que los guaraníes llamaban "caiguá". Esta expresión deriva de los vocablos guaraníes "káa" (yerba), "y" (agua) y "gua" (procedencia), lo que se puede traducir en "agua de yerba".

La expresión "mate", nace del vocablo quechua "matí", que significa calabaza, que es donde se preparaba el mate. El mismo se tomaba a través de una cañita denominada "tacuarí", en cuyo extremo se colocaba una semilla ahuecada que hacía las veces de filtro.

Por extensión, los conquistadores denominaron de esta manera a la infusión elaborada a partir de la yerba (ilex paraguayensis). Estos tenían la creencia de que era una "hierba del demonio" por desconocer su práctica. Sostenían además que era una bebida de haraganes, ya que los nativos dedicaban varias horas por día a este rito.

La yerba mate debe su sabor amargo a los taninos de sus hojas, es por esto que hay quienes gustan de endulzarlo un poco, y la espuma que se genera al cebar, es causa de los glicósidos.

Según al antropólogo Daniel Vidart, el mate es algo más que una bebida. Es una tradición que vence las costumbres aislacionistas del criollo y empareja las clases sociales... y a través de los tiempos, es el mate quien hizo la rueda de amigos, y no la rueda quien trajo al mate. Y no solo eso, también es un símbolo para todo aquel que se aleja de su país natal (Paraguay, Uruguay, Argentina, sur de Chile y Brasil) y encuentra en él una remembranza y un enlace con su tierra.